Día de la independencia extremo

El calefactor está al máximo, las medias de lana están hasta arriba, la bufanda está al borde de ahorcarme, los dos buzos polares que tengo encima dificultan la respiración, el gorro comprime mi sien, y la heladera está vacía. Y tengo frío ¿lo dije?

Sí, ya sé que dijimos en otra oportunidad que había que disfrutar el invierno e hicimos un esfuerzo para mostrar todas las cosas lindas que tiene.

Pero esto es el colmo:


Y vean cómo estuvo la noche:


En la plaza están dando chocolate caliente y pastelitos por el Día de la Independencia. Pero me temo que en caso de llegar sin hipotermia a la plaza deba tomarme dos o tres ollas de chocolate para entrar en calor. Así que, paradójicamente, no puedo festejar la independencia por mi falta de independencia del frío.

Pero a pesar del tiempo, hete aquí una postal muy invernal de estos pagos para ponerle un poco de onda.