Mundialísima


Alu me puede de una forma increíble. Sólo tres cositas que me permiten asegurar que no se trata de una hija común: es la mejor hija del mundo mundial.

1) Fuimos a pasear toda una tarde y a la hora de merendar le pregunto si prefiere una leche o una chocolatada. Algo contrariada me responde: “¿cómo chocolate? Yo quiero que me traigan un té.

2) Una tarde tirados escuchando música. “Pá, ¿podés poner Lisandro?

3) -Che, Alu, ¿me podés explicar por qué sos tan hermosa?
-Ay, pá… ¡porque soy tu hija!



NdlR: Originalmente publicado acá

Entradas más populares de este blog

Personal, te deseo lo peor

ODA A LA PELUSA DEL ÁLAMO

Parar la bocha