Locutor

Lo que me gusta del resfrío veraniego que tengo es que tengo una voz TAN sexy, que ando rompiendo corazones por doquier y consiguiendo cosas por teléfono que a cualquier mortal se las negarían; hasta que llega el momento fatal en que me sale una tos regurgitante y, automáticamente, paso de tener la voz de Waldemaro Martínez a parecer un coqueluchoso común y silvestre.