Visión distorsionada

El infierno no es que se te caiga la alacena y se vayan al cuerno todas las cosas que estaban encima y que los pedazos de un vaso roto haya caídon a milímetros de tu brazo con la posibilidad de generarte una herida sangrante; tampoco es que en medio de la calle metas el pie en un cantero lleno de agua, pierdas el equilibrio y termines sentado en la vereda en pleno centro; y tampoco es tener hambre y que la heladera sea un rejunte de cosas imposibles de combinar.

El infierno es ir al oftalmólogo y enterarte de que tu astigmatismo pasó de 0,25 a 1 en menos dos años y todo por esa nimiedad de no querer usar anteojos.





NdelaErre: basado en estructuras mentales de éste sujeto.