Shitband, ¡naufragá por Internet!

La banda degenerada de gerentes y telemarketers que tiene Jetband (AHORA FUSIONADOS CON FLASH, MULTICANAL Y DEMÁS PORQUERÍAS DEL MULTIMEDIOS MONOPÓLICO CLARÍN) es increíble y roza el límite de lo tolerable.

Como el servicio que prestan en Neuquén es totalmente deficiente, lo di de baja el 17 de marzo. Se me comunicó que “por políticas de la empresa”, la baja regirá a partir del 1º de mayo. PRIMERO DE MAYO. Es decir, 45 días después de pedida la baja.

Me alegaron todo tipo de argumentos, de los más descabellados. Hablé a diferentes sectores e incluso fui a la sucursal, donde el gerente local defendió las políticas de la empresa como si fuera un fundamentalista musulmán y con actitudes patoteriles del estilo: “Andá a Defensoría del Consumidor a ver si te van a dar bola…”, y creo que se rió o algo.

No me inmuté.

Naturalmente, el 17 de marzo desconecté el módem berreta y ayer, sólo por probar, conecté el cable. ¡Sorpresa! No tenía señal. Me dediqué MEDIA HORA a decirles de todo. Me pasaban con un sector y con otro, y ninguno de estos tartamudos podía darme una respuesta coherente (CON EL RESPETO QUE ME MERECEN LOS TARTAMUDOS), y se limitaban a defender las políticas de la empresa.

¡Políticas de la empresa mis polainas! No hay nada cómo quejarse sin ningún tipo de miramientos por un servicio completamente berreta y precario ante una persona que no sabe cómo manejar este tipo de situaciones. Lo que sigue es un fragmento de mi última conversación con estos cacos:

Telemarketera: Buenas noches, mi nombre es Gloria Pérez.

Lolo: Hola Gloria. Te llamo para dejar constancia de que esta es una empresa de cuarta. Supuestamente tenía que tener Internet hasta el primero de mayo, hablé con no sé cuántas personas, no tengo señal y ustedes me van a cobrar hasta el primero de mayo.

Telemarketera: Déjeme corrobo..

Lolo: Ni te gastes. Tomá mi reclamo así como te lo digo: EMPRESA DE CUARTA. Y el servicio, como no se presta, no te lo pago.

Me tomó el reclamo, me dio un número que obviamente no guardé y corté con una extraña y placentera sensación de satisfacción.





Nota: Yo sé que los telemarketers no tienen la culpa. Lo que me molesta y no entiendo, en el fondo, es que se pongan la camiseta de una empresa con ése tipo de políticas dedicadas a perjudicar a sus clientes.