Mis impuestos también valen



Anoche a las 2 AM, dos sujetos se pusieron a hablar a los gritos (A CONVERSAR GRITANDO, SERÍA...) frente al departamento. No eran cacos, pero me tenían harto con sus carcajadas desubicadas, totalmente exageradas, y por demás prolongadas en el tiempo. Además habían tomado el cantero frente a la puerta como si se tratase de su sala de estar.

Cansado y con ojeras por el largo día, tomé el teléfono y marqué 101. En 30 segundos cayó la policía, les pidió DNI y explicaciones, y 30 segundos más tarde se fueron, llevándose con ellos sus alaridos de madrugada, con rumbo desconocido.

Naturalmente, no sentí culpa alguna, y creo que es la primera vez que siento que mis impuestos valen para algo, por lo menos para disuadir a este par de charlatanes.



PD: Se armó un quilombo bárbaro con el post de los telemarketers. Había armado respuestas y las perdí de la forma más demente. Digno de mí, claro está. Sólo voy a decir que hay que tomarse las cosas con humor, che. No nos peleemos, volvámonos a querer.