Live from el sur del sur

Cosas de mi trabajo, ayer tuve que viajar al sur de la provincia. El equipo salía por tierra a las 6AM a cubrir unos simulacros de rescate en alta montaña y de combate del fuego con helicóptero.

Entre pitos y flautas, el domingo (EL LUNES, PARA MÁS PRECISIÓN), me dormí tipo 3AM. “Unas horitas y me duermo todo el viaje”, pensé, anticipando un siestón entre la capital y los 400 kilómetros hacia el sur. Me desperté totalmente asustado ¡a las 8.30!

El chofer -un viejo al que no le importa nada de la vida-, me había dicho con un tono que no supe cómo intepretar: “si llegás cinco minutos después de las 6, me voy”. Pues luego entendí que era en serio… Me encanta no saber interpretar consignas (?).

Llamé a la oficina para contarles el percance… Recibí una retada a flatos (?), y luego pedí unos teléfonos para contactarme con otra gente que iba hacia el lugar. Pues tipo 9 logré establecer contacto y me dijeron “andate en el helicóptero porque va el piloto solo”.

No cabía en mí. ¡Me mando una cagada y me lo pagan con un viaje Ciudad-Cordillera por aire! (PROXIMAMENTE, DETALLES DEL VIAJE)

Saqué fotos como un oligofrénico exaltado y como si se me fuera la vida en ello, que prometo serán motivo, lo anticipo, de la envidia de mis compañeros, y sé que cuando vuelva a la oficina me van a caer con palos y porras.

Hoy me voy al lago Lolog a combatir el fuego (¡LOLO AL RESCATE!) y por la tarde ya estaré en Neuquén.

Ya lo decía mi madre: vos siempre tenés más culo que cabeza. Nunca supe si tomarlo como un halago de madre o como la peor de las afrentas a mi inteligencia. Pero veo que tiene razón.