Memo I


Retomamos nuevamente la programación habitual para colgar una lista de cosas para no olvidar. Porque seremos quejosos y avejentados pero también somos desmemoriados. ¡Cuántas virtudes en Reflexiones a la Lontananza!

No olvidar:

Comprar calzoncillos talle 3 SIEMPRE. Tengo un problemita con los números, con recordarlos, bah. Me acabo de comprar dos boxers talle 2 y siento que voy a fenecer. ¿Será así el bóxer Tanagra?

Guardar las monedas en la billetera. Basta de meterlas en los bolsillos de los pantalones porque están todos agujereados por causa de ello. Anexo: Comprar hilo de coser y aguja o bolsillos nuevos (?)

No guardar el celular en el bolsillo del pantalón. Esto está asociado al ítem precedente. Meto el celular y siento cómo se desliza por toda mi laaaarga pierna. A veces, simuladamente, me agacho para recuperarlo emulando un "me ato los cordones", y otras veces, el muy buchón, baja más rápido y termina en el piso, y me siento un boludo total.

Ponerle música al reproductor de MP3 antes de salir. No es divertido poner play y no escuchar nada porque está vacío. Pierde un poquitín la gracia.

Descongelar la heladera. Otra vez un iceberg está haciendo de las suyas. Esta vez debo ir al rescate de arvejas frescas que adquirí en un reventón en la verdulería, milangas de pollo (alias, supremas) y un paquetín de salchichas salvadoras de cenas apuradas. Maldito enfriamiento global (de mi heladera...).

Arreglar el foco de la cocina. Siempre me acuerdo cuando voy a cocinar algo. Creo que desarrollé una agudeza visual envidiable con los alimentos, pero ya estuvo bien. O sea, tampoco es una tarea tan complicada cambiar un foquito, ¿verdad?

Y usté, mozuela, muchachito, señorita, caballero… ¿qué cosas no debe olvidar?


N de la R: En Memo II, cosas para olvidar. No apto para nostalgiosos.