De desvelos plurales

Hace varios días hay algo que no me deja dormir. Me desvelo y camino, intranquilo y angustiado (?), porque no entiendo por qué tenemos incorporadas los siguientes plurales:

-Buenas tardes
-Buenas noches
-Buenos días [ésta expresión es la menos grave]

Cuando se lo expresamos a alguien… ¿tiene un efecto no perecedero el saludo? O sea, cuando decimos "buenas noches" ¿nos estamos refiriendo a todas las noches que siguen por el resto de la vida? Si no es así, por qué no sólo decimos "buena noche, que descanses", sin que nadie nos mire con cara de espanto.

Ayer, buscando darle un carácter empírico a mi sesudísima reflexión, hice dos pruebas. Fui al quiosco y le dije a la señora "buena tarde… ¿me da un paquete de mentitas?". Me vendió las mentitas pero me miró extrañada y con cierta desconfianza. Quizá pensó que yo era de otras latitudes y que no pronunciaba las eses. Lo mismo hice al retirarme tarde de mi trabajo "buena noche", le deseé a la recepcionista y escuché una risita burlona al cerrar la puerta.

De todas formas, según mis conclusiones preliminares, y a pesar de que la pata empírica lo único que hizo fue hacerme poner colorado, creo que el saludo se agota en el período que abarca al mismo. O sea, es uno. Es una tarde, una noche o un día [aunque existe la fórmula "buen día"].

Hasta que no lo aclare no voy a recuperar la calma. Mi vida antes era feliz. Los plurales me van a llevar a un psiquiátrico. Temo.