ODA A LA PELUSA DEL ÁLAMO


(breve poema geoestacionario)


Oh, brutal pelusa del álamo, que nacéis en capullo encaprichado en los brotes de octubre y voláis por los aires de los valles de los ríos Limay, Neuquén y Negro, y sus afluentes.

Oh, tormentosa pelusa nacida de la salicácea protectora de los montes frutales.

Oh, irreverente pelusa que os coláis por cuánta rendija abierta encuentras, irritando narinas, sacos lacrimales y demás órganos estudiados por la otorrinolaringología y ciencias afines.

Iros. Iros, oh fatal pelusa del álamo. Iros por la estepa patagónica sin rumbo aparente y no retornéis.

Iros, oh megalómana pelusa, y dejad de motorizar la industria farmacéutica de alquilaminas, piperazinas. piperidinas y todas las inas que os se te ocurran.

Iros ya, oh infernal y subversiva pelusa y dejarnos disfrutar de los vientos huracanados con tierra y calor senegalés que nos trae la primavera. Fin.